miércoles, 23 de septiembre de 2009

Blufis Blufis plan push

Tengo frio. Hola, no tenés idea del culo de frio que está haciendo hoy, a esta hora....Hola, cómo esta todo? Llegué hace poco. La Calle... con C mayúscula porque es la Calle... está fría y la cama cada vez mas inmensa. Tengo frío. Dónde estás? A veces te imagino sentado y despachando, y yo no sé por qué, pero siempre estás ahí, despachándome... no sé hacía donde. Solo quería escribirle-.-- yo no sé por qué pero siempre quiero hacerlo y nunca encuentro qué decirle. Hoy quiero decirle que hace rato pensé en Ud. que no lo tengo ni clavado en el pecho ni en ningún otro lado, pero lo tengo, bueno quizá clavado en la pared junto con los cuadros de Miró. Pero lo tengo en alguna parte y no me deja y no es que yo quiera que me deje es que a veces solo quiero contarle cosas pero ya es destiempo y el destiempo es un enemigo que no conozco, porque cuando uno conoce los enemigos puede luchar contra ellos y a veces con ellos pero este destiempo me está costando y cada vez tengo menos fuerza para pelear... y a veces simplemente no quedan muchas cosas por la cuales librar la batalla...Ni siquiera sé por qué desgastarme y continuar, pero continúo y me desgasto o mas bien me desprendo de todas esas cosas que nunca le dije y las dejo solo irse, así no vayan hasta Ud. y le cuenten todo, así simplemente se pierdan en el espacio infinito que se extiende entre los dos que no es ningún nosotros, porque esa palabra ya no existe entre Ud. y yo. Y ahora tengo un trabajo nuevo... uno de esos trabajos que pagan muy bien y generan miedo... pero ya lo tengo y cuando faltas te extraño, no te extraño, no lo que eras sino lo que nunca volviste a ser o quizá lo que extraño son las tantísimas cosas que fuiste, y es extraño que lo piense ahora que tengo un trabajo nuevo... un trabajo que como todas las cosas de mi vida de hoy, no tiene nada de que ver contigo ni con lo que eras, ni con lo que sos ahora.... y eso si que me entristece... más que todo lo que no te dije o no te quise hacer saber. Y ahora ya no queda mucho que decirte, porque quizá ya dejaste de leer esto hace mucho rato, porque perdiste el interés mientras yo sigo escuchando "basta de llamarme así" y en realidad creo que no importa mucho porque escuchar una, dos o cien mil canciones que me acuerden de tu nombre no quiere decir que realmente te esté pensando, simplemente puedo excusarme en que el computador decidió por sí solo colocar canciones que de una u otra forma me trajeron uno u otro recuerdo de los años que ya no nombro porque no es necesario, de los días que simplemente un día saqué de mi lista de días favoritos e imprescindibles. Y no es que yo quiera mencionarlo pero te quiero, quizá no te ame como lo hice antes en ese pasado que de vez en cuando recuerdo y del que tal vez debería renegar o quizá olvidar, pero sé que te quiero y que muchas veces desearía que el tiempo o nosotros mismos o lo que quieras argumentar, no nos hubiera separado de esta forma, esta forma que a veces no sé cómo manejar, que me deja absorta de cuando en cuando, que me complica los días una semana al año. Afortunadamente la de este año ya fue y la del próximo seguramente no tendrás que conocerla, como no has conocido las últimas tres. Déjame cada cuatro años hacerlo... Quizá no te sea agradable ni confortante, pero una semana por cuatrienio no parece muy complicado... Yo te he sobrevivido durante todo este tiempo. Hasta luego, no me conteste nada, no me diga nada, no se enoje, no.... no se enoje. No me escriba si no tiene algo que decir, Ud. nunca le es infiel a ese postulado y por eso y por mil quinientas treinta y ocho cosas más lo respeto... haga lo de siempre, léame si quiere y simplemente la próxima vez que me vea, tal vez algún ocho, me sonreirá o arrugará la frente para decirme -hola Ch- . Es así, como siempre, como desde que yo no tenía nada, como desde antes de llegar hasta Ud. Ch.

VEINTIDÓS

SOY UN BARCO
UN ROTO, ROJO Y PERDIDO BARCO QUE NAVEGA EN LAS AGUAS DE TU OLVIDO

SOY UN BARCO SIN RUMBO COMO TU CIELO DE MAYO

SOY UN BARCO
LA TORMENTA DOBLÓ MIS VELAS Y NAUFRAGO SIN ENCONTRAR ORILLA. SIN VOS. SIN MI SOSIEGO

SOY UN BARCO
NAVEGO ENTRE TUS MIEDOS Y TUS ANSIAS, ME PIERDO Y ME HUNDO EN ESE CRUENTO MAR DE TUS OJOS

FUI UN BARCO ROJO, YA NO RECUERDO MÁS.

No. 21

Noche.
Desvanezco.
Sus ojos.
Me pierdo en su sonrisa. Me aniquilan sus silencios.
Y ahí está. No se aleja.
Viene hasta mí con su existencia, con la soledad en sus zapatos. Con su sombra dibujada en el infinito. Con los pasos cargados de lluvia.
Y me mira y luego disimula. Y me sonríe. Y me pregunta constantemente qué ha sido de mí y no halla forma de controvertir mis silencios fijos. Y me ama, pero se rehúsa a sentir. Y lo amo, pero nos atamos a una calma muda y ciega. Y no decimos nada. Sólo un ridiculo -hasta luego-.

No. 6

Me libero. Puedo cerrar la puerta y partir. Me voy de ti. Camino sin prisa, sin voltear la mirada, huyendo de mí… de ti. Pero no es suficiente, no resisto la ausencia, no logro dejarte atrás.

Me libero. Pero la cárcel está dentro de mí. No logro salirme de aquí, me persigue, no es la sombra. Soy yo.

Me libero. Pero la cárcel está dentro de mí. Es imposible huir de la prisión del recuerdo.

No. 4

Existo. Estoy aquí. Escribo… ó solo imagino. Soy aire. Te amo. Conozco el amor… alguna vez he sido feliz. Qué soy. Ya no puedo creer más que lo que veo y a veces lo que veo no es real. Cómo darme cuenta. Vivo aún. Soy. La angustia ha regresado y ya no tengo tu abrazo, ya no tengo tus manos.

Tu ausencia existe. Nuestra ruptura es real. Existe por sí sola. Me aniquila. Alguna vez estuviste aquí. Me amas. Amor, ¿estoy viva?

No. 3

Ahora las luces de la ciudad duermen, los gatos tienen frío, la lluvia despedaza los tejados, el sonido es el silencio. ¿Y mi amor? Dónde esperas. Dónde te escondes… ansío ver tus ojos. No tengo más que tu ausencia… asisto a tu vida pero no pertenezco a ti. Soy luna pero no de tu cielo. Me haces falta. Ahora me convierto en un grito y cruzo la ciudad desesperada, quiero encontrar tus ojos pero solo están las lámparas. Quiero ver pero no tengo luz. Estás a mi lado, pero ya no logro alcanzar tu mano.

Diecinueve de Mayo

Hoy te veo caminar entre la gente, desprevenido, silente, imaginando tu día de mañana, adelantándote a las horas.

Hoy te siento venir hasta mi alma, contarme una historia de aquellas que sabes, recrearme tu vida en un abrir y cerrar de ojos, vivirme en un suspiro.

Hoy te escucho plácidamente desde mi sillón, mientas te secas después de la ducha y buscas tu pijama gris, hablándome del mundo y la fantasía de las horas muertas... y te observo callada, sonriendo, esperando la pausa para hacer mi comentario, desenredándote el pelo con el cepillo, guardando tus zapatos en el closet.

Y luego pienso que me haces feliz, que estoy sintiendo mariposas amarillas, que estás aquí… hoy.